Hamilton y su coche pinchado.

Tres pinchazos pasan a Silverstone del sopor al infarto

Las carreras de F1 hay que verlas hasta que baja la bandera a cuadros. Porque ya saben eso de la teoría del caos, que la mariposa bate las alas en NY y provoca una tempestad en Pekín. En el British GP de este fin de semana de Silverstone no hubo mariposas, sino pinchazos de ruedas a falta de dos vueltas para el final que provocaron uno de los finales más agónicos de F1 que se han visto en los últimos años.

El semáforo se puso en verde y nada cambió en los cuatro primeros puestos, los dos Mercedes de Hamilton y Bottas se marcharon, Max Verstappen y su Red Bull quedaron en tierra de nadie, y el Ferrari de Charles Leclerc lideraría un interesante pelotón muy igualado con los dos McLaren, los dos Renault y el Racing Point de Lance Stroll, pues al final, una avería impidió a Nico Hulkenberg disputar la carrera para la que había sido contratado para sustituir a Checo Pérez, puesto en cuarentena al dar positivo por Covid-19.

Dos salidas del coche de seguridad se produjeron en los primeros compases, una por el choque de Albon y Magnussen -Albon, ay Albon- y un fuerte accidente de Daniil Kyvat.

Hamilton y su coche pinchado.

Pero a falta de dos vueltas para el final la situación explota. Valteri Bottas, que rodaba en segunda posición, pincha su rueda delantera izquierda, por lo que se ve obligado a entrar en boxes. Es cuando Red Bull llama a boxes a Verstappen, para poner ruedas nuevas y marcar vuelta rápida ya que había tiempo de sobra con respecto a Leclerc. Pero justo cuando el holandés entra en botes Hamilton pincha la misma rueda de Bottas. El británico, agónicamente trata de llegar a la línea de meta en tres ruedas mientras que Max hace lo más humanamente posible por alcanzarlo, pero la suerte estuvo con el campeón, porque Red Bull regaló este triunfo al de Stevenage.

El tercer pinchazo fue para Carlos Sainz, que no pudo lograr el cuarto puesto. A quien ha venido a ver Dios ha sido a Charles Leclerc. No se ha notado, pero el monegasco a lucido sus galones en La Scuderia en este ‘annus horribilis’, y también la suerte le ha sonreído haciéndole lograr un podio que sabe a gloria. Vettel logró el punto que otorga el décimo lugar al caer Bottas y Sainz. Pero fue adelantado hasta por el Alpha Tauri de Gasly.

En fin, un GP soporífero que tuvo su momento álgido en las dos últimas vueltas. Ahora habrá que ver el fin de semana que viene qué estrategia toman los equipos con unas ruedas más blandas que hay previstas.