Podio de MotoGP.

¿Alguien quiere ganar el Mundial 2020 de MotoGP?

Cada domingo por la tarde, el director general de ‘La Guía del Motor’, Daniel Laborde, y quien les escribe, mantenemos una conversación telefónica donde comentamos nuestros pareceres sobre la carrera que en ese día se haya celebrado. Antes de ayer, domingo 23 de agosto, hicimos lo propio con el GP de Estiria y terminamos dándole vueltas a la extraña situación que entre la Pandemia Covid-19 y la ausencia de Marc Márquez se ha creado en el Mundial de Velocidad y sacamos en claro la misma conclusión que expresó el propio campeón en sus redes sociales, “parece que nadie quiera ganar el mundial”, y es que: ¿alguien quiere ganar el Mundial 2020 de MotoGP?

De acuerdo, es muy fácil hablar, pero ya van cinco carreras de MotoGP disputadas y mientras que en Moto3 y Moto2 hay claros favoritos al título, en la categoría reina la pléyade de ganadores y podios es más que sorprendente. 

Por orden natural de las cosas y visto en años anteriores, el contendiente natural para llevarse el mundial en ausencia de Marc debiera ser el binomio Andrea Dovizioso-Ducati. el de Forli lleva varios años como subcampeón y Ducati es la marca que más solidez y superioridad viene demostrado después de la Honda con dorsal 93, porque el resto de motos del ala dorada ni estaban ni se les esperaba. Pero el bagaje del tándem transalpino es algo pobre, apenas la victoria del GP de Austria y el podio de Brno como actuaciones más reseñadas. A ello añadimos el divorcio entre ambos a partir de 2021. Seamos serios y digámoslo claro, si Dovizioso no gana el Mundial este año, ¿cuándo lo podrá ganar? Tienen que ponerse a trabajar muy duro los de Borgo-Panigale junto a su todavía piloto para repetir aquel épico 2007 de Casey Stoner. Y quizás Dovizoso debería mentalizarse de que es un ganador, un campeón, y no un buen piloto con una moto ganadora.

Lo de Yamaha es digno de estudio. Empiezan dominando. Maverick parecía el elegido, pero el joven Quartaro en el equipo supuestamente satélite le adelantó por la derecha y se llevó dos victorias incontestables en Jerez, pero se lo cierto es que se ha ido desinflando, y Maverick no reacciona, al revés, se hunde, y a todo ello se une los problemas de fiabilidad de Yamaha. Al final va a parecer que Quartararo no era ese ‘Antimárquez’ que todos creían… por lo menos debería reaccionar y demostrar que sí lo es. Su renta de puntos con dos victorias empieza a evaporarse.

Honda ha reaccionado… para el año que viene. Ante la ausencia de su súper piloto no son nada, no tienen un recambio que les mantenga arriba, es lo que pasa cuando te lo juegas todo a una carta. La reacción se produce en forma de fichaje de Pol Espargaró, quien parece el piloto perfecto para acompañar a Marc en el box de Repsol. En las últimas carreras el joven Nakagami está medio salvando los muebles, pero sin actuaciones brillantes. Crutchlow, tras su lesión en Jerez y conocido que no renovará, parece que ha perdido la ilusión y Álex Márquez, pese a la presión de tener el apellido que tiene, es un rookie que hace lo que puede… y está más que claro que no es su hermano, de ahí que la decisión de pasarle el año que viene al LCR con moto oficial junto a Nakagami parezca la solución adecuada. Y que Pol, gracias a su talento y regularidad, pueda traer podios, puntos, victorias y por qué no, el Mundial, pero vamos, hablar de Honda, es cosa del año que viene, este año han quemado sus naves.

En Suzuki da la sensación de que lo tienen todo: dos pilotos de fábula: Rins y Mir; y una moto que evoluciona muy bien y preparada ya para ganar. Mir estuvo cerca de lograr su primera victoria en MotoGP y Rins cuaja excelentes actuaciones pese a su lesión de Jerez que parece que va superando. Pero quizás en Suzuki deberían de creerse que están ahí, tanto pilotos como equipos.

Y terminamos con la sorpresa de la temporada, KTM. La firma austríaca ganó por primera vez en MotoGP en Brno con Binder. Y en Estiria -Austria-, Pol logró la pole y casi la victoria, que le birló su compañero en el equipo Tech3, Miguel Ángel Oliveira, en un final de infarto. Los de Mattighofen han dado un paso de gigante, que es una gran noticia para el deporte que otro fabricante gane, pero ahora viene la parte difícil, ahora KTM que empieza a ganar pierde los privilegios de los equipos nuevos con una normativa más flexible con el objetivo de estimularlas, una normativa que ya sólo disfruta Aprilia. Ya KTM es equipo oficial en la práctica y sobre los papeles y deben demostrar su progresión.

Con todo este panorama tan abierto, ya me dirá ustedes que es posible que lleguemos a Portimao con varios candidatos a campeón