El abrazo del podio entre Carlos y Gasly.

La magia de Monza y los golpes de realidad

Parece como si toda la magia que Hamilton le arrebató al GP de Bélgica hace dos semanas explotó de sopetón el domingo 6 de septiembre en Monza. Y es que ya se sabe, el templo de la velocidad, el circuito que actualmente lleva más años en el Mundial, es un escenario ideal para las grandes gestas, aunque sí es cierto que para encontrar algo parecido a lo de ayer habría que remontarse a aquella estratosférica y sorprendente primera victoria de Sebastian Vettel en 2008 sobre su “humilde” Toro Rosso.

Pero vayamos por partes: Pierre Gasly es uno de esos pilotos malogrados por la factoría Red Bull. Su buen hacer en el programa de jóvenes pilotos de la bebida energética lo llevó a ser elegido para acompañar a Max Verstappen y sustituir a un Daniel Riccardo asfixiado y que no se sentía valorado que abandonó la escuadra de los coches azules. Obviamente, Verstappen, bien por su talento y bien por la manera en que el equipo focaliza su trabajo sobre él, achicharró al pobre francés que a mitad de la temporada pasada fue apeado del equipo principal para ser devuelto a Toro Rosso dentro de la típica maniobra de humillación marca Helmut Marko. Ya en la locura de Brasil 2019, en los últimos compases de la temporada, Gasly logró un sorprendente segundo puesto en una carrera muy caótica. Pero la victoria de ayer en Monza fue, como decimos en Andalucía, “una guantá sin manos” pese a sus condicionantes de excepcionalidad. Pero fue lo que pasó, así es la F1, cuenta lo que pasa y no los condicionales. Gasly ya ha inaugurado su casillero de victorias, siendo la segunda de su equipo, aunque hayan cambiado de nombre. Es el piloto 109 que gana una carrera en F1 y da a Francia un nuevo triunfo tras el de Olivier Panis en Mónaco 1996, curiosamente, el tenía entonces tres meses de edad. 

Pocos o nadie estarán disgustados por el triunfo de Gasly. Se ha reinvindicado después de como le trataron en Red Bull el año pasado. Ha obtenido la victoria con un equipo modesto, un equipo italiano de la ciudad de Faenza con la sede muy cerca del circuito de Monza, por lo menos un equipo italiano se llevó la victoria en el GP de casa. Si no fuera porque el ‘Ferrarismo’ es una religión en Italia, estaríamos hablando de algo perfecto. Por cierto, la doble retirada de los Ferrari fue lo mejor que les pudo pasar.

Dicho todo esto, ¿sería correcto premiar la victoria de Gasly con un ascenso a Red Bull en detrimento de un Albon que cerró la clasificación? Desde nuestro punto de vista, no rotundo. El triunfo de Gasly bien debería valer para que el francés sea tenido en cuenta para Red Bull el próximo año, pero visto lo visto, subirle de nuevo al equipo madre sería desvestir un santo para vestir a otro. Pierre viene demostrando que está muy integrado en el trabajo de Alpha Tauri y Albon, bueno, su temporada está siendo terrible, pero como decía Pedro de la Rosa tras el GP, por cuestión de estabilidad entre todos los implicados, pilotos y equipos, lo correcto sería terminar el año tal cual. Y a nosotros nos parece que es lo más adecuado. Pero bueno, ya saben que la última palabra la tiene el inefable señor Marko.

Llegados a este punto, cerramos el capítulo de Gasly y su entorno, y nos centramos en el otro gran triunfador del día: Carlos Sainz. Mientras los Verstappen y Leclerc ocupan titulares y aspavientos, el hombre tranquilo, ‘smooth operator’, ahí va como el señor Pac Man, poco a poco, y logrando grandes cosas. Fue el mejor del GP de Monza de largo, porque lo cierto es que Gasly se encontró con la victoria medio de casualidad. Salida imperial del hijo del Matador, rodando segundo con autoridad tras Hamilton, y después del relanzamiento de la carrera siguió oliendo a sangre y no paró. Sin duda, el único que ayer no estaba satisfecho por lo conseguido, pero ahí ha quedado eso. Hasta Mattia Binotto y Laurent Mekies salieron del box para ir al podio y aplaudirle. En Ferrari saben que han acertado con su fichaje. Ahora, esperemos que los de Maranello salgan del agujero negro en el que están, pero hay que confiar, es Ferrari. Y seguro que por delante quedan días de gloria con Carlos vestido de rojo. Y, por supuesto, esta temporada con McLaren.

Últimos apuntes

Por primera vez esta temporada, Mercedes vivió una jornada negra. Paupérrima actuación de un Valteri Bottas que el día en que su compañero estaba detrás no supo capitalizarlo. Lo adelantaron por izquierda y derecha. Una temporada descendente de más a mucho menos. Queda claro que no es piloto para el mejor coche y el mejor equipo de la parrilla, pero es lo que han elegido y parece que se conforman. Y lo de Hamiton ayer fue patético. Sí, me refiero al numerito del patinete por el paddock yendo a protestar a dirección de carrera para al final reconocer sin pudor que habían metido la pata entrando a cambiar neumáticos con el pit lane cerrado. Parece que todos ya se han tragado el numerito de estrella mediática y famosillo del seis veces campeón, pero ayer se vio su lado más patético, pero más patético que él fue la realización televisiva de la FOM, dándole pábulo. Reiteramos, jornada negra de Mercedes que se salvaron porque la de sus inmediatos rivales, Red Bull, fue aún peor, con Verstappen desdibujado y teniendo que abandonar y Albon quedando último, el 15º clasificado, detrás de él sólo había pilotos que abandonaron. Los Goliath mordieron el polvo.

Completó el podio de Monza Lance Stroll. Quizás el piloto más cuestionado del paddock, pero que al final ahí estuvo. Lo que cuentan son los resultados y él los logró, da igual que sea el hijo del dueño.

Una de las noticias del fin de semana ha sido la consecuencia que la reorganización empresarial del Grupo Renault ha tenido sobre el equipo de F1, que a partir del año que viene cambia de nombre para pasar a llamarse Alpine F1. Sin duda es una maniobra más comercial y de marketing que otra cosa. La marca Alpine fue relanzada hace unos años y según explicó el CEO del Grupo Renault, Luca de Meo, la presencia en F1 de nombres como Ferrari, Mercedes-AMG, Alfa Romeo y el año que viene Aston Martin, hacen que la inclusión de Alpine en un grupo tan elitista como el de las escuderías de F1 pueda suponer un valor añadido a la división de coches deportivos de Renault. Así, el año que viene el equipo Alpine F1 con motor Renault e-Tech lucirá el tradicional color azul ‘Tour de France’ y, adivinen qué piloto se sentará en ese monoplaza azul… nada más que añadir.

Y terminamos este análisis más largo que de costumbre haciendo mención a la victoria de Mick Schumacher en la carrera larga de F2 el sábado, la que da prestigio. El hijo del Káiser ya ganó en Hungría 2019 la carrera corta, pero este año por ahora pelea por llevarse el campeonato de la antesala de la F1, curiosamente en una pelea a tres con otros dos pilotos de la Ferrari Academy, Callum Illot y Robert Schwartzman. Como ven, no todo en Ferrari son malas noticias, su programa de pilotos jóvenes parece que es a día de hoy el mejor, y de hecho, los tres pilotos, Mick, Illot y Schwartzman suenan para subir a la F1, pues parece que podría haber asientos libres en Alfa Romeo y Haas. Habrá que estar atentos al futuro.