El Audi RS2 junto a sus sucesores.

RS, Bodas de Plata para las siglas mágicas de Audi

Corrían los últimos meses de 1994 y Audi sorprendía a propios y extraños con el lanzamiento de un coche que marcaría a hierro candente la filosofía que le caracterizaría hasta el día de hoy. Se trataba del RS2 Avant, que revolucionaría el concepto del coche deportivo.

Basado en la versión familiar del Audi 80 B4, el RS2 Avant era un producto diseñado en colaboración con Porsche. Mecánicamente, se partía de la base del motor de cinco cilindros turbo S2 Coupé, una versión de altas prestaciones -230 CV- de la versión tres puertas del mencionado Audi 80. 

Un RS2 en el clásico color Azul Nogaro.

Desarrollado en la misma línea de producción donde años antes había salido el mítico Porsche 959, el RS2 Avant ofrecía 315 CV de potencia, algo hasta entonces inaudito en un automóvil de su categoría. Quizás el familiar más potente que entonces se podía encontrar era el BMW 540 i Touring de 286 CV, pero de inspiración más burguesa. La gente de Porsche se encargó de afinar el producto reforzando su chasis, y con un sistema de amortiguación y frenado específico para poder parar y controlar semejante purasangre. La tracción Quattro de Audi no podía faltar en el cóctel, además de unas llantas específicas de 17 pulgadas y de diseño similar a las del 911 Carrera 4.

En el interior, el volante, la palanca de cambio, los asientos Reccaro y el tapizado eran exclusivos de este modelo. Un sugerente logotipo ‘Powered by Porsche’ decoraba su trasera, cuyos grupos ópticos se unían gracias aun reflectante central.

RS2, un auténtico matagigantes

Visto de lejos no dejaba de ser un Audi 80 Avant con llantas deportivas, pero el color exclusivo Azul Nogaro lo delataba, además de otros tonos como el negro, rojo, gris plata y amarillo, pero la imagen del RS2 Avant se asocia al Azul Nogaro.

Sus prestaciones eran de infarto: 262 Km/H de velocidad máxima cuando lo normal en coches de este tipo era automolimitar a 250. Aceleraba de 0 a 100 en 5,5 segundos y con su aspecto aburguesado era capaz de colocar en la picota a deportivos como el Porsche 911 Carrera o el Ferrari 348. Incluso desde parado superaba en salida al Ferrari 456, que le superaba en 130 CV, aunque lógicamente en velocidad punta el Cavallino terminaba ganando.

Uno de los detalles reveladores del RS2.

Un automóvil único el RS2, padre de toda una estirpe con la que muchos aficionados sueñan, el primer deportivo pensado para toda la familia -que se lo podía permitir-. Hoy, 25 años después, Audi quiere homenajear al mítico RS2 con una edición especial de todos sus modelos RS, concretamente los RS4, RS5, RS5, RS7 Y TTRS, que podrán pedirse tanto el mítico color Azul Nogaro como el Negro Mythos, Gris Nardó y Blanco Glacial, además de otros detalles. Porque no hay mejor forma de homenajear a un mito.