Seat 600 N.

Seat, 70 años modelo a modelo

Desde aquel 9 de mayo de 1950 en que se firmaba la constitución de la Sociedad Española de Automóviles de Turismo como empresa estatal pública para fabricar en España modelos Fiat bajo licencia –la semejanza del acrónimo con el Fabrica Italiana de Automóviles de Turín no es simple coincidencia- hasta el día de hoy en que Seat es una empresa puntera, tecnológica, líder de su segmento y amparada por uno de los principales grupos automovilísticos a nivel mundial –Grupo Volkswagen AG-, fíjense ustedes si han cambiado las cosas, tanto, como ha cambiado la sociedad española de entonces comparada con la de ahora.

Seat no sólo es el principal fabricante de automóviles de España, es también patrimonio, historia y cultura, la de sus coches y todo aquellos que cada uno de sus modelos han simbolizado. Detrás de cada Seat hay muchas historias, sueños, evocaciones y nostalgias. Pero sobre todo, cada automóvil salido de Martorell es una representación sobre ruedas del progreso de España y los españoles hacia una vida mejor. Por eso, desde La Guía del Motor, hemos querido recordar la historia de nuestra querida marca a través de sus modelos. Rigurosos, pero también distendidos, porque lo que queremos es disfrutar y hacerles disfrutar.

Seat 1400 B.

Seat 1400, el primero

La producción del primer Seat, el 1400, comienza en 1953 casi paralelamente a la de su hermano italiano en Turín. Se trataba de una berlina de cuatro puertas de tamaño medio con un bonito y moderno diseño tipo ‘Pontón’ –guardabarros y aletas integrados ya en la carrocería- obra de Dante Giancosa, jefe de diseño de Fiat, el cual cuentan que se inspiró en el Kaiser-Frazer Special de la American Motors que vio en persona en un viaje a EEUU. Era uno de los primeros coches de estilo Pontón que se vendían en Europa. Se vendieron tres series en España, los A, B y C. El 1400 B era fácilmente reconocible por un tercer faro delantero direccionable en el centro de la calandra frontal. Mientras que el Fiat 1400 fue un coche muy universal y de gran difusión, en España, por su peculiar sistema económico, el Seat 1400 se consideró un automóvil casi de lujo, lo que llamaríamos Premium. Del 1400 C hablaremos más adelante.

Concentración de 600.

Seat 600, el motor de España 

El Ford T motorizó los Estados Unidos. El Volkswagen Beetle hizo lo propio en Alemania en tanto y en cuanto los Citroen 2 CV y Fiat 500 en Francia y en Italia respectivamente. O sea, que el Seat 600 para España no es sólo un coche, es un fenómeno sociológico. Cariñosamente apodado ‘Pelotilla’, el 600 se vendió en España entre 1957, un año más tarde que en Italia su homólogo Fiat. Curiosamente el Fiat 500, hermano pequeño del 600, comenzó a venderse en 1957, pero Seat y las autoridades españolas optaron por fabricar el 600 considerando que podía paliar mejor las necesidades del público español. El 600 se vendió hasta 1973 en cuatro series: la primer, el modelo N, fácilmente identificable por los intermitentes sobre las aletas delanteras y su motor de 650 cc. Le seguiría el 600 D, todo un best seller, ya con el nuevo motor de 767 cc. El 600 E luciría las puertas con apertura normal frente a las del D, del tipo “suicida”. El último 600, el L Especial era realmente un E más potente y mejor equipado. Como curiosidad, apuntar que el 600 dejó de fabricarse en Italia en 1970, pero hasta 1973 Seat surtió de 600 a las factorías italianas pues aún se mantenía en catálogo. Una auténtica leyenda sobre cuatro ruedas. 

Seat 800.

Seat 800, ‘State of independent’

El primer producto 100% Seat sin equivalencia italiana fue el 800, un 600 D con carrocería alargada de cuatro puertas. Era más caro que el 600 D, pero era un producto necesario frente a la competencia del Citroen 2CV y el Renault 4/4. Los fabricaba en Tarragona el especialista Talleres Costa. En muchas ciudades de España fue empleado como taxi pues además de espacio interior y versatilidad, su pequeño tamaño lo hacia ideal para callejear por los centros urbanos. El 800 sólo se fabricó como derivado del 600 D, y cuando éste fue sustituido por el E, ya no volvió a producirse. El primer coche del protagonista de la serie de TVE ‘Cuéntame’, el personaje Antonio Alcántara interpretado por Imanol Arias, fue un 800 verde.

Seat 1500.

Seat 1400 C y 1500, el ‘hayga’ español

El 1500 vio la luz en España en 1963 como sustituto del 1400, pero su carrocería era prácticamente la misma que la del 1400 C, o sea, la del Fiat 1800-2100 italiano. Lucía un estilo muy llamativo, con dos colas traseras muy pronunciadas, un diseño obra de Pininfarina muy similar al de los Peugeot 404, Morris Oxford y Austin Cambridge, de hecho, esa semejanza estética fue en su momento objeto de controversias. Nada tenía que ver con el Fiat 1500 italiano. En España daba el aspecto de un coche grande ya que era el coche de mayor tamaño que había en el mercado, de ahí a que se le identificase con la expresión ‘hayga’, degeneración de la forma verbal ‘haya’, por aquello “quiero el coche más grande que ‘hayga’”. Si bien los 1400 casi estaban reservados al público más pudiente, el 1500 gozó de una mayor difusión. Se dejó de fabricar en 1972 y las versiones diésel equipaban motor Mercedes, como curiosidad. Hubo especialistas que los transformaron en limusinas y coches fúnebres. 

Seat 850, vientos de cambio

La década de los 60 trajo prosperidad económica para España y el poder adquisitivo de los españoles aumentó. Con un concepto similar al del 600, el 850 de 1966 aportaba un poco más de habitabilidad interior y un motor algo más potente. Seat ampliaba su catálogo que crecía llenando los huecos existentes entre sus vehículos.

850 cuatro puertas.

Seat 850 4 puertas, exclusivo para España

El Fiat 850 no tuvo oficialmente una versión de cuatro puertas, pero el especialista Francis Lombardi ofreció una transformación bajo el nombre de ‘Lucciola’. Seat estimó que una versión del Seat 850 con cuatro puertas sería una buena alternativa al Renault 8 y al Simca 1000, y en 1966 vio la luz el 850 4 puertas. Las primeras unidades tenían un chasis más corto y un diseño similar al del Lucciola italiano, pero a posteriori se ofreció el chasis alargado con la carrocería de Inducar, vendido bajo las versiones Especial y Especial Gran Lujo.

Seat 124.

Seat 124, el coche de la España moderna

Dos años después del lanzamiento del Fiat 124, Seat introduce su versión en la Feria de Muestras de 1968. La llegada del 124 a España fue todo un fenómeno social. Era un automóvil de aspecto agradable y moderno, espacioso para toda la familia, pero con un indiscutible aire deportivo. Y además ampliaba aún más la oferta con un automóvil digno de la clase media, pues situó entre el 850 y el 1500, aunque hay que decir que los 124 pronto desbancaron al 1500 por ser más modernos, atractivos y prestacionales. Se fabricó hasta 1980 en tres series. Cabe reseñar que el Fiat 124 es uno de los coches más universales de la historia, pues se ha producido por Fiat y otras de su matrices en Unión Soviética, Turquía, Bulgaria, Corea del Sur, Sudáfrica, Tailandia, Uruguay, Venezuela y Zambia.

Seat 1430.

Seat 1430, salto cualitativo

Otro modelo Seat sin equivalente en Fiat fue el 1430. Era realmente un 124 Special italiano con modificaciones. Respecto al 124, ofrecía algo más de refinamiento y, sobre todo, un motor más potente de 1.4 litros y 70 CV, 80 en la versión Especial. Más tarde llegarían las variantes deportivas FU, con motores 1.6 y 1.8 con hasta 115 CV. Fue uno de los coches más deseados de su tiempo. Destacar las versiones especiales realizadas por el especialista Ddauto. Fue también el coche predilecto de cacos y atracadores para huir de la Policía tal y como atestiguan las películas del conocido como género ‘quinqui’.

850 Sport Coupé.

Seat 850 Coupé y Spider, fuera de serie

Fue toda una sorpresa para los aficionados la irrupción en un mercado tan limitado de los 850 Coupé y Spider, siendo lo más parecido a un deportivo que el automovilista español podía encontrar junto al Alpine Renault A110 de Fasa. Ambos lucían preciosas carrocerías obra de Bertone y su eslogan de venta eran “el fuera de serie”. Eso sí, sus precios en España estaban al nivel de coches mucho más lujosos, por eso su distribución fue muy limitada. Destacaron las versiones de competición realizadas sobre la base del coupé.

124 Sport Coupé.

Seat 124 Sport Coupé, el deseado

Como hemos referido anteriormente, lo más parecido a un deportivo que podía encontrarse en el mercado español de principios de los años 70 fue el Alpine Renault A110 de Fasa y los mencionados 850 Coupé y Spider. Por supuesto, un Ford Capri, un Opel GT, un Alfa Romeo Giugia Sprint o un BMW 2002 eran palabras mayores. Por tal motivo, la presentación del Seat 124 Sport Coupé en la Salón del automóvil de Barcelona de 1970 fue una acontecimiento. En su primera versión equipaba el motor 1.6 litros de 110 CV capaz de alcanzar los 180 Km/H. Tres años después llegaría la revisión estética y el cambio al motor 1.8, con 115 CV, pero que mejoraba en prestaciones y manejabilidad. Para el aficionado medio español era lo más parecido a un Ferrari que se podía adquirir. Este coche si que tuvo motivos para ser conocido como ‘El deseado’ y no Fernando VII.

Seat 132.

Seat 132, buque insignia

En 1972 llegó la hora de sustituir al vetusto 1500 y el elegido fue el nuevo 132, con su atractivo diseño de Marcello Gandini. En España se le conoció popularmente como ‘El coche de los subsecretarios’ porque el Gobierno lo empleó para renovar su viejo parque móvil para los cargos intermedios. Se vendía con motores de gasolina de 1.6, 1.8 y 2.0 litros, además de las versiones diésel con motor Mercedes 2.2 litros. Competía contra coches como el Alfa Romeo Alfetta, Opel Rekord, o Peugeot 504. Seat no volvió a fabricar un coche similar.

Seat 133.

Seat 133, el patito feo

Fue el sustituto de los 600 y 850 y aunque fue popular, ni por asomo contó con el carisma y difusión de sus antecesores. Fue el último de los Seat con motor trasero.

Seat 127.

Seat 127, por delante de su tiempo

El primer Seat realmente moderno y el tercer modelo más vendido por la marca en sus 70 años de historia. Era la primera vez que se ofrecía un Seat con tracción y motor delanteros. En 1972 su homólogo Fiat recibió el premio ‘Car of the Year’. Su vida comercial se prolongó hasta 1977. 

Seat 128 Sport.

Seat 128 Sport, demasiadas pretensiones

Pensado como sustituto del 124 Sport Coupé, no es de extrañar que con esa pretensión y lo que el coche fue realmente estemos ante uno de los productos menos longevos de Seat, aparte de otros factores más políticos. Apenas 32.000 ejemplares vendidos en tres años atestiguan el paso por España de esta versión “deportiva” del sustituto del 124. Estaba disponible con motor 1200 y 1430. Su eslogan de ventas, “el automóvil que es a la vez un deportivo y un break” buscaba a los automovilistas jóvenes que querían un equilibrio entre estética y practicidad. El hecho de que su precio era más cercano a un 131 y 132 fue también uno de los motivos de sus bajas ventas.

'Bocanegra'.

Seat 1200/1430 Sport ‘Bocanegra’, estrella fugaz

Otro producto Seat a incluir en la lista ‘Sin equivalente Fiat’. El coche fue desarrollado por Inducar, un especialista que colaboró con Seat en varios proyectos. Antoni Amat, jefe de Inducar, quería realizar una versión deportiva del inminente 127 y se desplazó a Turín. Allí se encontró con el diseñador Aldo Sessano, que trabajaba en un prototipo sobre la base de un NSU Prinz llamado Nergal. Amat y Sessano intercambiaron opiniones sobre el proyecto y decidieron emplear el diseño del Nergal para ello, pero la directiva de Seat nunca vio con buenos ojos el proyecto. Inducar fabricaría las carrocerías y los coches se terminarían en la Zona Franca de Barcelona. El nombre elegido fue Seat 1200 o 1430 Sport, según la motorización. Popularmente se le conocería como ‘Bocanegra’ por su peculiar frontal con el parachoques integrado. La anécdota está en que este coche se fabricó paralelamente al 128 Sport, y dicen las malas lenguas que la propia Seat penalizó al ‘Bocanegra’ en beneficio del 128.

Seat 131.

Seat 131, salto cualitativo

En 1974 Fiat presentó al sustituto de sus 124 y 125, denominado 131. Era un automóvil de diseño clásico pero con buen porte y adaptado a la nueva situación mundial motivada por la crisis del petróleo. Sólo dos de la matrices con licencia Fiat a nivel internacional se interesaron por él, Seat en España y Tofas en Turquía para el mercado árabe. El 131 se vendía en Italia con motores de 1.3 y 1.6 litros, pero en España la primera opción se desechó en beneficio del motor 1430 de la casa que aportaba mejores prestaciones. Igualmente, la versión 1.6 de Seat con doble árbol de levas era más potente que la italiana. En 1978 llega la segunda serie, los populares ‘Supermirafiori’, con las defensas de plástico negro. Para los que buscaban una mayor economía, Seat ofrecía el 131 diésel con motor italiano Sofim. El 131 dejó de fabricarse en 1984.

Fin de la primera parte… continuará la semana que viene.