Álex Márquez ficha por Gresini para pilotar dos años su Ducati

La salida de Suzuki del Mundial de MotoGP ha puesto patas arriba un mercado de fichajes que en un principio este all no auguraba cambios muy grandes. Aún con dos asientos en los equipos oficiales de fábrica vacantes, ya se empiezan a conocer los primeros movimientos. Tras el GP de Assen celebrado el fin de semana del 24 al 26 de junio, el equipo Gresini Racing ha hecho público el fichaje de Álex Márquez para las dos próximas temporadas. Era un secreto a voces que el tiempo del benjamín de los Márquez saliera del LCR, un equipo donde este año estaba sufriendo mucho para pilotar una moto que sólo su hermano parece hacer funcionar correctamente.

Una vez que Nadia Padovani, la principal del equipo italiano, ha confirmando el fichaje del ilerdense, Álex se adentra en terreno desconocido y parece salir del halo de protección que el entorno de su hermano Marc le proporcionaba bajo el paraguas de Honda. El hermano del octocampeón mundial pilotará una Ducati que este año le ha proporcionado nada menos que tres victorias a Ena Bastianini. Dado que el rendimiento de las ocho Ducati que hay este año en el Campeonato parece bueno, valga como último ejemplo los podios recientes de pilotos como Bezzechi -VR46- y Zarco -Pramas- en las dos últimas carreras, puede haber buenas esperanzas para Álex, cuyos resultados con Honda han sido bien discretos pese a que hablamos de un piloto campeón de Moto3 -2014- y Moto2 -2019-. Dos podios en tres años es el bagaje para un piloto que debutó con Honda en el equipo oficial en 2020 y ha pasado los dos últimos años en el LCR satélite pero con idéntico material que los pilotos de Repsol. Su contrato con Gresini es por dos años, por lo que pilotará una Ducati las campañas 2023 y 2024. Tendrá como compañero a Fabio Di Giannantonio…

Otros movimientos

La salida de Álex Márquez deja la plaza libre para su tocayo Álex Rins en el LCR, que a falta de confirmación oficial él mismo refirió que se va de Assen de vacaciones con su futuro atado. Rins mencionó que su prioridad, dada las plazas a las que podía optar, era una Ducati satélite con apoyo de fábrica, pero no lo pudo conseguir, por lo que se ha apuntado a la opción de una Honda de fábrica en el LCR.

El mercado de fichajes de MotoGP está pendiente de varios movimientos que se antojan fundamentales. Primero está por saber quién pilotará la segunda Ducati del equipo oficial, a la que aspiran Jorge Martín y Ena Bastianini. En Borgo Panigale se fijan como fecha límite el 31 de agosto para anunciarlo. A priori podría parecer que el piloto de Forli con tres victorias es el mejor colocado, pero últimamente su rendimiento ha caído, a la vez que Martín parece entonarse, aunque no tanto como se espera de él. Sea como sea, ambos pilotarán una Ducati de 2023, uno en el equipo oficial y el otro en el Pramac.

Segundo, Miguel Oliveira. El piloto portugués no ha sido renovado por su equipo, el Red Bull KTM, y se le ofreció bajar al Tech3 aunque con status oficial, todo ello pese a haber ganado en Indonesia con una moto que este año no parece despuntar. En un primer momento, Miguel declaró en canales oficiales que no estaba dispuesto a bajar al Tech3, pero pasados unos días y tras sondear el mercado, el luso podría recular. Tanteó las posibilidades recalar en Gresini, LCR o el nuevo equipo satélite de Aprilia, el actual RNF Yamaha, pero ya las dos primeras opciones no parecen viables.

Tercero: Pol Espargaró. Su paso por el Repsol Honda ha sido todo un calvario y su salida se da por hecha para hacer un camino inverso, volver a KTM, aunque en este caso al Tech3 satélite pero con status oficial. La cúpula de KTM manifestó públicamente su descontento con el rendimiento de los pilotos novatos Remi Gardner y Raúl Fernández, incluso asumiendo que fue un error subirles de Moto2, algo que deja a los dos corredores en la cuerda floja y a merced de lo que KTM decida. Por tanto, no es descabellado pensar en que Pol y Oliveira puedan ser los pilotos del Tech3.

Cuarto: Ya sólo quedarían algunos retales. Nada más saberse que Suzuki se marchaba, casi se dio por hecho que Joan Mir heredaría la moto de Pol Espargaró, pues desde hace tiempo Honda tiene puesto su radar sobre el campeón mallorquín, incluso después de la pobre temporada 2021 que realizó, sin ninguna victoria y sin posibilidad de retener el título que ganó en 2020. No hay comunicación oficial aún, pero en todos los medios se da por hecho la llegada de Joan al equipo que dirige Alberto Puig. Y ya sólo faltaría por poner cara a los pilotos que el año que viene formarán parte del RNF y que no pilotarán dos Yamaha, sino dos Aprilia. Precisamente Raúl Fernández ha sonado para una de ellas, pero el hecho de que el futuro del madrileño está encadenado a lo que decida KTM, anticipa fuertes negociaciones. Y es que Remi Gardner ya ha dejado caer que no le importaría salir del Mundial de MotoGP camino a Superbikes.

Y es que la salida de Suzuki no sólo deja a la categoría reina con dos plazas menos, si no que literalmente sobran pilotos, pues desde Moto2 alguno debería subir, y recientemente el actual campeón de Superbikes, el turco Toprak Razgatliouglu, ha estado con Cal Crutchlow en Montmeló probando la Yamaha de MotoGP, pese a que Yamaha sólo tendrá dos motos en 2023 y ambas a prioiri ocupadas. Ahora las motos se van de vacaciones en torno a un mes. Habrá que estar al tanto.