Alpine A110 Sastruga.

Alpine A110 Sastruga, ‘art car’ de Obvious

El Alpine A110 Sastruga se presenta hoy en el singular edificio Grand Palais de París y estará expuesto hasta el domingo 10 de abril de 2022. Alpine y el colectivo artístico Obvious presentan el fruto de su colaboración artística, un « art car » que explora el potencial creativo de la inteligencia artificial (IA) y los algoritmos fusionando la tecnología y las emociones. Esta colaboración forma parte del compromiso permanente de Alpine con el arte, que ahora ha alcanzado un nuevo nivel. 

Al participar en Art Paris 2022, un evento de arte moderno y contemporáneo, Alpine, junto con Obvious, persigue su compromiso artístico exponiendo una obra por segundo año consecutivo. 

A110 Sastruga, una obra original que sitúa la innovación tecnológica y científica en el centro de la creación artística 

Alpine ha construido su leyenda poniendo la innovación técnica y la excelencia automovilística al servicio del rendimiento y la emoción. Para imaginar esta obra, Obvious se inspiró en el legendario patrimonio deportivo de la marca para idear un objeto único que materializa una carrera imaginaria, una síntesis de todos los circuitos en los que Alpine se ha distinguido. Sobre la carrocería del A110, el modelo emblemático de la marca Alpine, se ha dibujado un circuito imaginario, generado gracias a la inteligencia artificial. Su estilización se inspira en el fenómeno de la « sastruga », ondulaciones creadas por la erosión de la nieve bajo la acción del viento, que traza ondulaciones geométricas en el suelo. Este fenómeno se hace eco del ADN de Alpine y es la base creativa de este proyecto. En la parte posterior del A110 hay una fórmula matemática, la firma de los artistas, que simboliza el algoritmo con el que el colectivo trabajó para generar el circuito imaginario de Alpine.

Este modelo excepcional, fruto de varios meses de colaboración entre Alpine y Obvious, tiende un puente entre el patrimonio y la modernidad, y cuestiona la relación de la sociedad con las nuevas tecnologías. La obra, a través de la creación del circuito imaginario, explota las capacidades del aprendizaje automático, que consiste en permitir que los ordenadores “aprendan” de los datos, y de los GAN, una clase de algoritmos de aprendizaje no supervisado.

Para crear esta pista, los artistas se basaron en los circuitos que han marcado la historia de la marca (Le Mans, Paul Ricard, Pedralbes, Pescara, Montjuïc, Monsanto, Magny-Cours, Long Beach, Losail, Kyalami) y utilizaron elementos conocidos para darle realismo: pitlane, aceleración, desaceleración y zonas de adelantamiento. La originalidad también reside en un cruce que múltiples posibilidades que ofrece la posibilidad al conductor de elegir la pista que prefiera. Este circuito imaginario es una oportunidad para proyectar el coche en un universo futurista con múltiples potenciales.