Durante la presentación europea del nuevo Porsche 718 Cayman GT4 RS y Clubsport se pudo confirmar que la nueva obra de Porsche es un automóvil para conductores sin concesiones, diseñado para impresionar, de construcción ligera, con un chasis extremadamente ágil, y banda sonora potente arropada por su motor 4.0 de 6 cilindros y 500cv. Su baile de presentación tuvo lugar en la clásica carrera sobre el hielo de la pequeña localidad austriaca de Zell am See, allí el buque insignia de la familia 718 demostró su gran espíritu deportivo y prestacional, pero con emisiones de CO₂ significativamente reducidas.

Y es que estos modelos GT4 RS funcionaban una gasolina renovable basada en un biocombustible avanzado a partir de residuos de alimentos. El combustible había demostrado previamente su idoneidad para su uso en motores Porsche de alto rendimiento en la Supercopa Porsche Mobil 1, donde se utilizó en los autos 911 GT3 Cup de todos los equipos para cada carrera de la temporada 2021.

Reducir las emisiones de carbono en el sector del transporte

El miembro de la Junta de Investigación y Desarrollo de Porsche, Michael Steiner, explica: “La gran cantidad de vehículos en las carreteras del mundo (unos 1.300 millones según las últimas cifras) significa que la transición a la movilidad eléctrica no está ocurriendo lo suficientemente rápido como para lograr los objetivos establecidos en el Acuerdo de París. Además, diferentes regiones del mundo están adoptando la movilidad eléctrica a diferentes velocidades, lo que significa que los vehículos con motores de combustión seguirán circulando por las próximas décadas”.

Con combustibles producidos de una manera prácticamente neutra en CO₂, los vehículos existentes podrían hacer su propia contribución a la rápida reducción de CO₂. “Necesitamos urgentemente una solución para el funcionamiento sostenible de las flotas existentes”, subraya la leyenda de los rallies Walter Röhrl. “Este objetivo se puede lograr con combustibles verdes, que son un complemento sensato para los vehículos eléctricos”. 

Con el fin de impulsar activamente este desarrollo, la construcción de la primera fábrica iniciada por Porsche para la producción de eFuels comenzó hace solo unas semanas. El proyecto conjunto Haru Oni, en el que participan Porsche, Siemens Energy y varios otros socios internacionales, es la primera planta comercial integrada a gran escala del mundo para fabricar estos combustibles sintéticos, casi neutros en carbono. Ubicada en la provincia de Magallanes, al sur de Chile, la planta aprovecha las condiciones ideales de la región para generar energía eólica, que será utilizada como fuente sustentable de electricidad para producir gasolina sintética.

Los eFuels se producen utilizando electricidad generada por energía eólica. El agua se descompone en sus componentes, hidrógeno (H2) y oxígeno (O2), mediante electrólisis. Luego, el hidrógeno se procesa con CO₂ extraído del aire para producir e-metanol. En el siguiente paso, conocido como síntesis de metanol a gasolina, se convierte en gasolina cruda sintética, que a su vez se procesa en un combustible de gasolina que cumple con los estándares que se puede usar en todos los motores de gasolina.

“Es una gran esperanza para mí que en el futuro pueda conducir autos antiguos sin remordimientos de conciencia porque los manejo con eFuels”, agrega Röhrl. “Repostar un coche de 50 años con eFuels: eso es pura sostenibilidad”.

A partir de 2022, se espera que la planta piloto produzca unos 130.000 litros de eFuels al año. Porsche comprará este volumen en su totalidad e inicialmente utilizará el combustible sintético renovable principalmente en sus actividades de automovilismo. En el futuro, Porsche usará eFuels en sus propios modelos con motores de combustión, incluidos los autos clásicos.