Seat Ibiza.

Seat Ibiza 2021, desde 19.410 euros

El nuevo SEAT Ibiza renueva su imagen, mejora su calidad con nuevos materiales como el volante multifunción de Nappa y un salpicadero de tacto blando, incorpora la tecnología de iluminación 100% LED en toda la gama, e incorpora nuevas tecnologías que mejoran la seguridad y la conectividad del urbano español. Asimismo, los paquetes de equipamiento ‘Plus’ incorporan ahora más tecnología y reducen su coste respecto al anterior Ibiza.

Cabe destacar su iluminación 100% LED de serie en todos los niveles de acabados –faros delanteros EcoLED en el Reference y Full LED desde Style–; un interior a la vanguardia con pantallas flotantes de info-entretenimiento más grandes –de 21 cm (8,25’’) y 23,4 cm (9,2’’)–, reconocimiento de voz por órdenes naturales que se activa con la frase “Hola, Hola”, y toberas de aire pintadas en todos los acabados e iluminadas en los paquetes de equipamiento ‘Plus’ del Xcellence y FR; una total conectividad gracias al sistema SEAT CONNECT, de serie en toda la oferta de acabados y, desde el Style, se incluye el Full Link ahora inalámbrico con Apple Car Play y Android Auto. 

En cuanto a seguridad, da un importante salto con la incorporación de nuevos asistentes al conductor como el asistente de salida involuntaria de carril (Lane Assist) y el detector de fatiga –ambos de serie en toda la gama–, y sistemas como el asistente lateral y de salida, el asistente de viaje, el control de crucero adaptativo (ACC), el control de luces automáticas, y el reconocimiento de señales, entre otros; todos ellos de serie en el FR ‘Plus’, que resulta muy interesante con un precio de solo 200 euros, o en opción en los acabados Style y Xcellence, a un precio realmente contenido.

Asimismo, en cuanto al equipamiento opcional disponible del nuevo Ibiza, caben destacar una serie de paquetes que hacen aún más sencilla la configuración para los clientes. No sólo dispone de los paquetes ‘PLUS’ asociados a cada equipamiento, sino que también permite elegir una serie de paquetes independientes, como por ejemplo los ‘Safe & Driving Pack (que aúnan una serie de asistentes al conductor), entre otros. Como colofón, también caben destacar una serie de paquetes denominados ‘Funcional’ y ‘Confort’ y asociados a los acabados Style, Xcellence y FR, que incluyen varios opcionales dentro de cada paquete, y cuyo objetivo es facilitar aún más la elección de equipamiento con una ventaja económica para el cliente de en entorno al 25 y 40%.

Seat Ibiza.

En cuanto a su oferta mecánica, el nuevo Ibiza estará disponible con cuatro motores, tres de gasolina de 80 CV (59 kW), 110 CV (81 kW) y 150 CV (110 kW), y el TGI de gas natural comprimido (GNC) de 90 CV (66 kW) y con etiqueta medioambiental ECO. Éste último asociado a una caja de cambios manual de seis relaciones y, en gasolina, con cajas de cambio manuales de cinco y seis velocidades, y automáticos de doble embrague DSG de siete relaciones –DSG siempre asociado en el motor de 150 CV, y disponible en el de 110 CV que también se ofrece con cambio manual de seis velocidades–.

El SEAT Ibiza ha sido un pilar clave del éxito de la marca desde que se presentó por primera vez en 1984. Después de 37 años, cinco generaciones y casi seis millones de unidades vendidas, se ha convertido en el vehículo más exitoso de la marca. La renovación de la generación actual tiene como objetivo mantener esa mentalidad ganadora, posicionándose como un modelo clave en su segmento en Europa. Es un vehículo 100% creado en Barcelona. Es aquí, en la planta de Martorell, donde se diseña, desarrolla y fabrica.

Los motores de gasolina y de gas natural comprimido (GNC) son protagonistas en la nueva gama del SEAT Ibiza. Todos ellos ofrecen una gran eficiencia y respuesta, que se suma al gran comportamiento dinámico del SEAT Ibiza, seña de identidad de los modelos de la compañía española, que destacan por su rígido chasis y una dirección rápida que aporta gran información.

Existen cuatro opciones mecánicas a elegir: tres de gasolina, con potencias que van desde 80 CV (59 kW) hasta 150 CV (110 kW), y un motor de GNC de 90 CV (66 kW). Se asocian a transmisiones manuales o a una automática DSG de doble embrague.

El motor de acceso es el de gasolina MPI de 1.0 litros y tres cilindros, que se combina con una transmisión manual de cinco velocidades. El sistema de inyección multipunto ayuda al motor a ofrecer una respuesta excelente a bajo y medio régimen, mientras los 80 CV (59 kW) y 93 Nm de par garantizan unas prestaciones que cumplen con las exigencias de la conducción actual.

La tecnología de inyección directa se utiliza de manera generalizada en el resto de la gama de motores, con dos opciones 1.0 TSI y un 1.5 TSI de mayor cilindrada.

El bloque 1.0 de tres cilindros con 110 CV (81 kW) y 200 Nm, se puede asociar tanto a una transmisión manual de seis velocidades como al cambio automático DSG de doble embrague y siete velocidades.

La opción de mayor cilindrada de la gama es el 1.5 TSI de cuatro cilindros con sistema de desconexión de los mismos cuando se circula “a vela”, para reducir el consumo de combustible. Con una potencia de 150 CV (110 kW) y un par de 250 Nm, combina de manera equilibrada prestaciones y eficiencia y resulta sumamente agradable.

Además de la oferta de motores de gasolina, el nuevo SEAT Ibiza también incluye una versión de gas natural comprimido (GNC), que dispone de la etiqueta medioambiental ECO. La unidad 1.0 TGI de 90 CV (66 kW) entrega un par máximo de 160 Nm y cuenta con una transmisión manual de seis velocidades.

Seat Ibiza.

Un vehículo de GNC reduce las emisiones de CO2 en, aproximadamente, un 25% en comparación con un motor equivalente alimentado por gasolina. Además de los beneficios ecológicos y fiscales, la tecnología TGI ofrece un coste por uso excepcionalmente bajo, hasta un 50% más económico por km recorrido que en un modelo equivalente de gasolina y hasta un 30% más barato que en un diésel.

SEAT también apoya el desarrollo y la disponibilidad de biometano renovable, que neutraliza las emisiones de CO2 generadas por el uso de vehículos. El biometano de alta calidad se obtiene a partir de residuos orgánicos y puede añadirse al gas natural convencional o utilizarse a modo sustitutivo. Este combustible combina el respeto al medio ambiente con el modelo de economía circular y reduce el impacto de CO2 del motor durante su ciclo de vida. Por ello, en un futuro esta tecnología mantendrá su valoración ecológica frente a otras tecnologías similares como el GLP.