Fin de semana de emociones fuertes para Ferrari en Mónaco. El sábado, Charles Leclerc lograba la pole pero sufría un accidente en clasificación destrozando su coche, lo que provocó la detención de la sesión. Incertidumbre por ver qué daños podía tener el monoplaza del monegasco y porque quizás Sainz podría haber clasificado mejor -había logrado el cuarto mejor tiempo y venía en mejorando sus registros cuando su compañero tuvo el accidente-. Y todo se confirmó. Leclerc se quedó sin correr la carrera de casa, mala suerte para un excepcional piloto que sigue sin ser profeta en su tierra. 

Max Verstappen, clasificado segundo, salía sin nadie delante y firmó una carrera excepcional sin fallos. Primera victoria del holandés en el Principado. Con la eliminación de Leclerc, Carlos Sainz heredó un matemático tercer puesto que no le sería difícil conservar, pero la suerte se alió con el madrileño cuando el segundo clasificado, Valteri Bottas y su Mercedes, morían en la calle de Boxes cuando una tuerca que no salía de una de las ruedas le obligó a abandonar. Sainz heredó el segundo puesto y a partir de ahí jugó bien sus cartas y amarró este segundo lugar para delirio del público español y de su equipo, francamente hundido por el problema de Leclerc. Una vez más, a la chita callando, sin grandes estridencias, ‘Smooth Operator’ vuelve a demostrar por qué es un grande de este deporte y está destinado a lograr grandes cosas. Carlos no tiene apenas fisuras y sus declaraciones tras la carrera dejan claro que está motivado, que Ferrari está mejorando exponencialmente y que va a por más. Tercer podio de Carlos Sainz y primero con Ferrari, además de su mejor posición en un GP hasta la fecha. 

Fue tercero Lando Norris, la gran revelación de la temporada, aguantó con su McLaren los envites de un Sergio Pérez muy fuerte que logró remontar cuatro posiciones. Contrasta la posición de Norris con la de su compañero Ricciardo, 12º, un piloto que parece que la salida de Red Bull hace tres años no le sentó nada bien. Pérez logra el objetivo de su equipo con él, volver a casa con buenos puntos.

Sorpresa en el quinto lugar de la parrilla con un renacido Sebastian Vettel y un equipo Aston Martin que parece que empieza a creerse que son un equipo grande. Porque Lance Stroll terminó octavo. Meritoria sexta plaza la de Pierre Gasly, mientras que un desdibujado Lewis Hamilton no podía pasar del séptimo. Noveno para Esteban Ocon, con un Alpine que al final no ha confirmado muchas mejoras, que se lo digan a Alonso. Décimo y cerrando los puntos otro piloto bien inspirado, Antonio Giovinazzi con su Alfa Romeo.

Fernando Alonso ha terminado la carrera 13º. Mala clasificación el sábado y el Alpine no demostró un supuesto buen rendimiento que se anunció para la cita de Mónaco. 

Montecarlo siempre deja carreras sorprendentes y este año lo ha hecho con un podio en el que estaban tres de los jóvenes llamados a liderar la F1 del presente. Y, lo más importante, primer podio sin un Mercedes desde Monza 2020.