Mercedes 300 SLR Uhlenhaut Coupé: el coche de 135 millones de euros

Mercedes ha recibido el honor de tener el coche más caro jamás vendido. La marca de la estrella ha informado recientemente que un Mercedes 300 SLR Uhlenhaut Coupé de 1955, un automóvil excepcional que parece que sólo se fabricaron dos unidades, ha sido vendido por 135 millones de euros, un récord absoluto en precio para un automóvil de colección. No ha trascendido el nombre del afortunado dueño de esta joya automovilística, pero sí se sabe que fue vendida el pasado 5 de mayo en una subasta privada en el Museo Mercedes Benz de Sindelfingen, cerca de Stuttgart, auspiciada por el prestigioso especialista RM Sothebys. Por tal motivo, merece la pena conocer bien la historia de este peculiar automóvil, uno de los Mercedes más exóticos y a la vez legendarios.

Un F1 disfrazado de supercoche

Es uno de los primeros supercoches de la historia del automóvil, tan radical y excepcional que sólo se fabricó uno -o dos, aunque el paradero del segundo chasis no está muy claro-. Fue el ingeniero y jefe de la División Deportiva de Mercedes, Rudolf Uhlenhaut, quien tuvo el privilegio de poder sentarse a sus mandos. 

El 300 SLR fue un coche de competición que tuvo la particularidad de aunar estética, potencia y practicidad. Quizás la unidad más famosa fue la que con el dorsal 722 Sir Stirling Moss y Dennis Jenkinson ganaron la Mille Miglia. La particularidad de este modelo era que derivaba directamente de la F1, concretamente del W196, bólido que cubrió de gloria al chueco Juan Manuel Fangio y le dio dos de sus cinco coronas. Su motor de ocho cilindros en línea y 3.0 litros del era un reajuste del 2.5 del W196. 

Antes del terrible accidente de Pierre Levegh en Le Mans con un 300 SL que costó a la marca de Stuttgart su retirada de la competición, Rudolf Uhlenhaut encargó dos chasis del W196 de F1 con el objetivo de crear un 300 SLR de calle, proyecto en el que Mercedes podría estar interesado. Uhlenhaut adaptó una carrocería proveniente del 300 SL de calle -con sus peculiares puertas de alas de gaviota- que hubo que ensanchar y el resultado fue algo realmente salvaje: un impresionante deportivo con la estética del precioso ‘Gullwing’ sobre un conjunto chasis-mecánica directamente derivado de la Fórmula 1 para su uso como coche de calle.

Con una velocidad máxima de 290 Km/H era indiscutiblemente el coche más rápido de su tiempo. Cuenta la leyenda que Rudolf Uhlenhaut cubrió el trayecto en autovía entre Stuttgart y Munich, de 220 Km, en una hora, distancia que a día de hoy suele realizarse en un tiempo estándar de dos horas y media.
Desgraciadamente, el trágico accidente de Levegh en Le Mans no sólo finiquitó la participación de Mercedes de forma oficial en cualquier competición, sino que también acabó con el programa del 300 SLR híbrido. Uhlenhaut recibió el beneplácito para quedarse con uno de los prototipos. Poco o nada se sabe del paradero del segundo chasis.

Dos periodistas ingleses de la revista ‘Automobile Revue’ pudieron probar el único ‘Uhlenhaut Coupé’. Al respecto, escribieron: “Estamos conduciendo un coche que apenas se toma un segundo para adelantar al resto del tráfico y que es capaz de rodar a 200 Km/H en una autovía como si estuviera dando un tranquilo paseo. Su manejabilidad es tan buena que al doblar las esquinas trata con desdén a las leyes de la fuerza centrífuga”.