Por fin. Álex Márquez ya forma parte del selecto club que cuenta en su haber con al menos una victoria en la clase reina del Motociclismo, bien MotoGP o bien la extinta 500. Le ha costado mucho, pues ya suma seis temporadas en la máxima cilindrada contando la que está en curso, pero visto su arranque en Tailandia y el nivel que ha exhibido en todas las carreras disputadas hasta ahora, fue más cuestión de tiempo que nunca.

Posiblemente a Álex Márquez haya algo que no haya hecho el día de su primera victoria en MotoGP algo perfecto, faltaba su hermano Marc en pista, que se fue al suelo cuando lideraba. Por lo demás, todo estaría en su sitio, pues no podía haber elegido mejor escenario: Jerez, el mejor circuito del calendario y con la mejor de las aficiones. Así de claro.

Los ojos del mundo se posaron en Jerez una semana más en Marc Márquez y en Pecco Bagnaia pues todos siguen esperando ese duelo de rojo entre los dos principales titanes de la categoría. Pero surgió un invitado inesperado: el renacido Fabio Quartararo que parece haber encontrado el pulso a su nueva Yamaha con motor V4. ‘El Diablo’ se sumaba a la fiesta pero la alegría le duraba poco el sábado cuando en el primer envite de Marc Márquez terminaba en el suelo.

Pero el domingo, cambiaron las tornas y el francés tomaba la delantera seguido de Bagnaia y Marc. El ilderdense y su Ducati termino por dar caza a sus dos rivales, pero nuevamente al igual que en Texas, mordió el polvo. Parecía que Fabio Quartararo iba a poder purgar su pecado del sábado y ademas iba a cortar de raíz esa racha de victorias de motos europeas frente a la preocupante sequía de las japonesas.

En principio, Fabio parecía no tener rival, pues Bagnaia penaba por llegar a su estela, pero había un piloto dispuesto a fastidiar la fiesta de Quartararo y Yamaha. Álex Márquez inició entonces su ofensiva librándose tanto de su compañero de marca y bicampeón como del campeón de 2021, con un ritmo realmente endiablado y así cruzó la meta el pequeño de los Márquez, y compartiendo podio con él, nada menos que dos de los tres últimos campeones del mundo.

La cruz de la moneda, su hermano Marc, que por lo menos terminó dentro de los puntos.

No ha sido fácil el camino de Álex Márquez hasta su primera victoria mundialista en MotoGP. Llegó como campeón de Moto2 directamente al equipo oficial Honda como compañero de su hermano en 2022. Un año más tarde pasaría al equipo satélite LCR donde se quedaría por dos años. Las caídas siempre fueron su gran hándicap. En 2023 se enroló en las filas del equipo Gresini para probar suerte con una Ducati. En 2023 volvería a compartir box con su hermano pero dentro de la formación de Faenza. Tras un impresionante arranque de temporada, ya sabe lo que es ganar una carrera, pese a que cuenta en su haber con dos victorias en carreras al sprint de los sábados. Habrá que estar atentos, porque parece que no le va a poner fácil las cosas a su hermano.

Moto2

El madrileño ManuGas González no ha dado opción en la categoría de plata. Baltus y Agius le acompañaron en el podio. El único andaluz de la categoría y ademas piloto local, Marcos Ramírez, sólo pudo ser 12º en un fin de semana muy complicado para el corredor de Conil donde no halló el rumbo pero luchó como un jabato ante su público.