Ambiente en una concentración de 600.

Zasca de Seat a Netflix a cuentas del Seat 600

Si hay algo que no ha parado en esta cuarentena del Covid-19 que estamos pasando son las redes sociales y la programación de las plataformas de TV y Streaming. Y en el primero de los casos ya estamos acostumbrados a los denominados “zascas”, o sea, cuando un community manager deja al otro sin respuesta. Y eso ha ocurrido este fin de semana en Twitter, donde el rasca más sonado se lo ha llevado el CM de Netflix de manos del de Seat.

Netflix estrena la nueva temporada de la exitosa serie española ‘La casa de papel’ y le está dando publicidad de todo tipo. En uno de estos mensajes promocionales, Netflix publicaba este tuit: “Eres un Maserati. No te quedes con alguien que te trata como un 600”. Poco imaginaba el CM de Netflix la que le iba a caer, pues desde Seat la respuesta no se hizo esperar y fue la siguiente: “A menos que tratarte como a un 600 signifique cuidarte durante los próximos 50 años y vivir el resto de aventuras de tu vida juntos”.

Los tuits en cuestión.

Y es que el tuit de Netflix tuvo un enorme revuelo por parte de aficionados al motor, pues quizás este CM, que atribuyó al mítico ‘pelotilla’ el ser un coche viejo y descuidado desconocer la legión de admiradores y aficionados con que cuenta este coche clásico, todo un icono de la cultura popular española. Muchos clubes y aficionados han cargado duramente con el tuit de Netflix.

Seay fabricó el 600 con licencia italiana de Fiat entre 1957 y 1963. El 600 se ha vendido en España a lo largo de cuatro generaciones: N, D, E y L Especial, además  algunas variantes como el 800 de cuatro puertas, la furgoneta Formichetta de Siata, etc. Es el coche que motorizó a España y raro es el ciudadanos español mayor de 50 años que no ha echado sus dientes al volante con el mítico pelotilla. A lo largo y ancho de la geografía española cuenta con clubes de aficionados que cada fin de semana sacan sus pequeñas maravillas, a las que tratan a cuerpo de rey, para lucirlas en eventos ante el público. Y es que por donde pasa un 600 con el particular ronroneo de su motor, miradas y sonrisas nostálgicas se suceden por doquier.

Y bueno, tampoco es una comparación muy afortunada si conocemos bien la historia de Maserati, un fabricante cuya trayectoria está llena de luces y sombras. La empresa de Modena fundada por los hermanos homónimos sería vendida al poco tiempo de sus comienzos a los hermanos Orsi y es en manos de estos empresarios cuando viviría sus momentos más dulces con el célebre ingeniero Alfieri a su frente, los modelos 3500 GT, Ghibli, Mistral, Sebring, Indy o México son de estos años. Luego sería comprada por Citroen y Maserati reflejaría en este periplo la influencia de la firma francesa en lo que tecnología e innovación se refiere con modelos como el Bora, el Merak o el Khamsin. La compra de Citroen por parte de Peugeot significó la venta de Maserati a Alejandro de Tomaso que se dedicó a fabricar deportivos pequeños para no hacerse autocompetencia, como los Biturbo y derivados. A finales de la década de los 90 Fiat adquiere Maserati después de muchos vaivenes y hoy en día Maserati se nutre de tecnología Ferrari para sus coches, algo que los aficionados más puristas no les gusta. Quizás, la comparación del CM de Netflix no haya sido suficientemente afortunada en todos los sentidos.