Presentación del SF1000.

Ferrari SF1000, todo al rojo

El Teatro Romolo Valli de Reggio, de la localidad de Reggio Emilia, ha sido el escenario elegido por la Scuderia Ferrari para presentar el SF 1000, el monoplaza con el que disputarán el campeonato 2020 de F1. Con todas las fuentes y plazas de la mencionada ciudad iluminadas en rojo, los tifossi pudieron seguir la presentación del monoplaza rojo desde una pantalla gigante en la Piazza Prampolini, aunque tanto Sebastian Vettel como Charles Leclerc se acercaron a saludar a su público previamente a la gala.

El SF1000, así denominado porque los de Maranello celebrarán su participación número 1000 en la F1 en el GP de Canadá, luce una librea similar a la del año pasado con el patrocinio de Mission Winnow de Phillip Morris bien presente. Una de sus novedades son los dorsales de los pilotos de diseño vintage, similares a los que lucían en las temporadas 79 y 80 los coches de Jody Scheckter y Giller Villeneuve.

Binotto, Gené, Vettel y Leclerc.

El SF1000 irrumpía iluminado sobre el escenario del Teatro Valli de Reggio acompañado de un montaje musical. Los pilotos Sebastian Vettel, Charles Leclerc y Marc Gené; el director deportivo de la Scuderia, Mattia Binotto; y la cúpula de Ferrari integrada por John Elkann Agnelli, Louis Camilleri;  y Piero Ferrari, hijo del Commendatore, entre otros. Ejerció como maestra de ceremonia Silvia Hoffer, directora de comunicación de La Scuderia.

Ferrari afronta un año más en la F1 con el objetivo de ganar el campeonato. No le vale otra cosa. Se le resiste desde que en 2007 lo ganaran con Kimi Raikkonen. Pilotos de la talla de Fernando Alonso, Felipe Massa o Sebastian Vettel casi lo han tocado con las manos pero se les escapó por el todopoderoso dominio de Mercedes. Con una dupla de pilotos integrada por el tetracampeón Sebastian Vettel y la joven promesa Charles Leclerc, Ferrari necesita un coche que combine la potencia de motor con que han contado con una mejor aerodinámica. Habrá que ver si el ‘Cavallino Rampante’ ha hecho los deberes. Tanto Ferrari, todos sus trabajadores y todos sus aficionados a lo largo y ancho del mundo lo necesitan.