Hace unos días Ferrari anunciaba la prórroga del contrato de Charles Leclerc hasta 2029 mientras que respecto a la situación de Carlos Sainz reinaba el silencio. Todo indicaba que el español se quedaría en La Scuderia pero lo que estaba por ver era cuánto tiempo le ofrecían. Todo ello se iba al traste el 1 de febrero: empezaban a estallar los rumores de un más que posible desembarco de Lewis Hamilton en el equipo de Maranello y que el anuncio sería inminente. La presión fue tal que finalmente a última hora de la tarde del 1 de febrero Mercedes anunciaba la salida del heptacampeón y en Ferrari le daban la bienvenida. Un bombazo en toda regla, el fichaje del siglo sin duda alguna.

Lewis Hamilton, a punto de cumplir los 40 años, con siete mundiales de F1 bajo el brazo y en plenitud de forma pese a que lleva dos años sin sumar una victoria a su palmarés ha dado finalmente un salto al vacío con el que coqueteó en algunas ocasiones. Finalmente, el de Stevenage será piloto Ferrari y abandona el paraguas de Mercedes, pues con la marca de la estrella lo ha logrado todo desde que debutase en F1 en 2007. Logró su primer mundial en 2008 cuando los de Stuttgart estaban asociados a McLaren como motoristas, y en 2013 pasó a pilotar con ellos en su equipo de fábrica sustituyendo a Michael Schumacher, logrando convertirse en el piloto más laureado con números brutales: 82 victorias y seis mundiales.

Es sin duda el fichaje del siglo en la F1 y quizás más. Nunca antes se había dado una situación así en el que el equipo más legendario y con más victorias fiche al piloto con mejores resultados. Hamilton, que en agosto firmó un contrato multianual con Mercedes hasta 2025 que podría prorrogar a su gusto ha decidido hacer uso de la cláusula de rescisión y ha optado por marcharse a un equipo con una gran historia pero que hace mucho tiempo, 16 años ya, que ningún piloto logra el título con ellos.

El contrato de Hamilton con Ferrari será multianual y el británico tiene ante sí el gran desafío de devolver a Ferrari a lo más alto del podio, un desafío que otros campeonísimos como Alonso o Vettel no lograron y del que salieron escaldados, porque Ferrari es así. La buena relación de Hamilton con el actual director de la Scuderia, Fred Vasseur, con quien fue campeón de la GP2 en 2006 en el equipo ART, y la amistad con el presidente de Ferrari, John Elkann Agnelli, han hecho el resto.

Lewis compartirá coche con Leclerc, que ha sido renovado con un contrato a largo plazo demostrando que es la apuesta principal del equipo para su futuro. Leclerc ya sabe lo que es lidiar con campeón, pues en su temporada de debut le sacó los colores a Vettel al que doblegó. La cosa promete.

Sainz, ¿damnificado o liberado?

El principal afectado por este nuevo movimiento es Carlos Sainz, que finalmente deberá buscar equipo, aunque eso no será un problema. Para 2025 hay varios equipos con plazas libres, para empezar la que deja Lewis en Mercedes. El Ferrari SF23 fue ligeramente más competitivo que el Mercedes, pero sin duda, el mejor sitio para recalar sería con los de Toto Wolff. Muchos mentideros ligan a Carlos con Audi, que desde 2026 tendrá equipo en F1. En este caso, la relación de su padre, ‘El Matador’, con los de Ingolstadt puede ser determinante. Aston Martin puede ser otro buen destino, aunque en su caso dependerá de lo que quiera hacer Alonso. Y bueno, hay medios que hablan de que Sainz pudiera sustituir a Pérez en Red Bull si este opta por retirarse. Que a nadie se le olvide, Sainz fue el único piloto no Red Bull en lograr una victoria la pasada temporada 2023. Y muy seguramente quiera que su última -por ahora- temporada con Ferrari sea inolvidable. Sea como sea, 2025 se presente muy interesante y aún no ha empezado el Mundial 2024.