Cuando parecía que la relación entre Maverick Viñales y su equipo, el Monster Energy Yamaha GP, no podía ya ir a peor, la realidad vuelve a superar la ficción. Después de que tras el pasado GP de los Países Bajos, el piloto de Roses anunciara la ruptura prematura y unilateral de su contrato con vistas al año que viene, la tensión crece aún más cuando desde la casa de los diapasones anuncian en un comunicado que castigan a su corredor sin tomar parte en el GP de Austria que se celebra este fin de semana.

Sí, suena rocambolesco, pero es así. Yamaha acusa a Maverick de “maltratar su moto” y de realizar acciones que le ponían el peligro “a él mismo y a otros pilotos”. Según detalla la formación en su comunicado, Viñales provocó un “funcionamiento irregular en su moto que podría haber causado daños en el motor”. Algunos medios van a más y detallan este “funcionamiento irregular”, especificando que en ciertos pasos por curva el piloto catalán cerró el embrague y aceleró la moto en vacío tal y como hacen algunos moteros por las calles para hacer ruido y llamar la atención del personal. Desde el equipo insisten en que no sólo demuestran ello por la telemetría, sino que otros pilotos se quejaron de la actitud de ‘Mack’. Y por este motivo, han decidido sancionar y castigar a su piloto sin correr este fin de semana.

No ofrecen más información al respecto, pero el comunicado de Yamaha finaliza especificando que Maverick no será sustituido por ningún piloto para el GP de Austria y que las decisiones de cara al resto de temporada serán tomadas una vez se estudie en profundidad el asunto. O sea, que aún puede quedar más por venir en este culebrón.

Maverick Viñales llegó a Yamaha procedente de Suzuki para la temporada 2017. Después de la vuelta de Valentino Rossi tras su fracasado paso por Ducati, la relación con Jorge Lorenzo no sólo no mejoró si no que empeoró, eso provocó que al final la marca de Iwata tomara partido por el italiano y el español tomase la determinación de cambiar de aires y marcharse a Ducati. Maverick era el elegido por Lin Jarvis para sustituir a Lorenzo y como el piloto de referencia para el futuro de Yamaha. Pero han pasado cinco años y los resultados esperados no llegaban y hace unos meses el piloto de Roses anunciaba su marcha del equipo. Se suponía que el anuncio oficial de su fichaje por Aprilia para 2022 debía producirse en estos días. La relación con Yamaha es ya tan mala que su padre, Ángel Viñales, que posee un equipo en el categoría Super Sport 300 del Mundial de Superbikes con motos Yamaha, también ha rescindido su contrato con la marca y el año que viene no disputarán con motos Yamaha dicho campeonato, por su fuera poco. El ‘Viñalesgate’, como lo han bautizado al caso algunos periodistas y expertos, parece que no ha hecho más que empezar.