Fórmula 1.

La F1 salva con dignidad un año complicado

La F1 tacha de su haber una nueva temporada, nada menos que la número 70. Y no es cualquier cosa, pues a principios del mes de marzo con el estallido de una pandemia sanitaria que ha hecho tambalearse al mundo entero, parecía inviable e imposible la celebración de un campeonato deportivo tan complejo y global. Por tanto, a estas alturas, un mes más tarde de su habitual finalización, la celebración del Mundial de F1 con 18 carreras y visitando dos continentes en el complejo marco sanitario, económico y político actual, es un triunfo sin paliativos para el promotor Liberty Media y la FIA. Es la primera de las conclusiones a la que llegamos en nuestro análisis del final de temporada.

El Club de la Buena Estrella

Mercedes y Hamilton son los grandes triunfadores. Si bien se ha apreciado un paso atrás a nivel general de sus rivales, la firma de la estrella ha estado pletórica y ello ha permitido a su gran súper estrella, brillar más que nunca. Hamilton, por números ya puede considerarse el mejor piloto de la historia de la categoría al batir los últimos registros de Michael Schumacher. Y como equipo, son acreedores de la mayor racha victoriosa, siete años seguidos ganando sin piedad, superando a la Ferrari de Todt, Brawn y Schumacher que entre 1999 y 2004 se hizo con todos los mundiales de Constructores. Pero hasta en la fortaleza más inexpugnable salen grietas y tienen nombre y apellidos: Valteri Bottas. Ha quedado más patente que nunca su papel de segundón, y a la vez sus grandes carencias, como la falta completa de agresividad en pista. Las victorias logradas por el finlandés este año han sido saliendo desde delante y poniendo pies en polvorosa. Pero su rol ha quedado muy tocado, máxime, cuando el piloto de Williams George Russell tuvo que sustituir a Hamilton, que le superó en pista y a punto estuvo de ganar la carrera: Ello sentó un precedente, pues dio valor a las palabras de varios pilotos del paddock que afirmaban que cualquier buen corredor con el Mercedes era candidato a ganar una carrera. Sea como sea, siguen siendo los máximos favoritos y parece que el año que viene poco o nada hará cambiar la situación.

La única y testimonial resistencia

Sólo Max Verstappen y su Red Bull han sido los únicos que en ciertas ocasiones han podido robar la cartera a la todopoderosa Mercedes. Parecía que este año eran la gran alternativa… parecía. E insistimos en Max y su coche, pues en el otro lado del box energético, el británico-tailandés Alex Albon ha realizado una temporada mediocre con un coche que estaba para estar abonado al cuarto puesto y luchar por podios y con su compañero, pero básicamente ni se le ha visto el pelo, terminando en el Mundial séptimo cuando por coche debería haber sido cuarto. En un equipo como Red Bull debe ser intolerable contentarse con un piloto así. Vale que no es Max Verstappen, pero a una formación de este calibre le hace falta un corredor que traiga a casa el máximo de puntos y luche por estar arriba. Habrá que estar atentos a la decisión final que tomen, aunque ya se sabe qué pasa con los equipos de F1 cuando la prensa y la opinión pública pide la cabeza de uno de sus pilotos sólo por el hecho de no dar la razón. Aparte, está el adiós de Honda, su motorista, que abandona el Gran Circo en 2022. Es otro de los anuncios importantes que todos esperan de Red Bull, ¿cómo competirán en lo sucesivo? Son dos opciones: o gestionar ellos los motores Honda o recurrir a uno de los motoristas de la parrilla, que en su caso debería ser Renault al no tener actualmente clientes, pero los del rombo no salieron muy contentos de su última alianza con los de Milton Keynes. Lo dicho, a estar atentos.

Camino de regreso

Parece que McLaren están de vuelta, se han clasificado terceros y desde 2012 no estaban en el top3. Bajo la propiedad de Zak Brown y con una muy buena dupla de pilotos los de Woking han progresado. Tanto Carlos Sainz como Norris han brillado con luz propia. Pese a su juventud e impulsividad, Norris ha conducido magistralmente y Carlos, bueno, volvemos a lo mismo, si corrigiésemos los errores en estrategia, paradas en boxes y averías mecánicas, Carlos Sainz sería hoy tercero del Mundial. Algo tendrá cuando Ferrari se ha fijado en él y le ha preferido en lugar de Vettel. El año que viene con motor Mercedes McLaren se anuncia como un rival temible en la clase media y quien sabe si más arriba. Además contarán con un talentoso Daniel Ricciardo como primer espada.

La revelación rosa

Hubo grandes expectativas, aunque al final no llegaron a tanto, pero el equipo Racing Point ha sido la gran revelación de la temporada, aunque al final no lograron el ansiado tercer puesto del campeonato de Constructores. El año que viene lucirán los colores de Aston Martin y contarán con mayor capital, con lo que habrá que contar con ellos. En cuanto a sus pilotos, Sergio Pérez logró por fin su ansiada primera victoria y ha demostrado su clase. Una pena que pueda quedarse fuera del Mundial, ya que será sustituido por Vettel. Lance Stroll no ha estado a la altura de su coche por norma general, pero lo cierto es que ha logrado una pole y varios podios, lo que evidencia qué habría hecho un piloto más talentoso con este coche, porque incluso Nico Hülkenberg, cuando tuvo que sustituirle precisamente a él, fue séptimo sin haber entrenado y sin conocer el coche. Estuvieron salpicados por la polémica por su excesiva similitud técnica con el Mercedes de 2019 y recibieron una sanción. En su nueva andadura como Aston Martin serán socios preferenciales de Mercedes. Otro incómodo pasajero para luchar con McLaren y Renault, y quizás con Ferrari, visto cómo han estado este año los de Maranello.

Progresa adecuadamente

Es la mejo nota que se le puede dar a Renault este año. Han mejorado pero sin grandes estridencias. El rendimiento en pista ha sido bueno y tanto Ricciardo como Ocon -un piloto que en muchas ocasiones debe justificarse su presencia en el paddock, más allá de su nacionalidad o sus vinculaciones- han subido al podio. El año que viene, con la nueva apuesta del CEO de la marca, Luca de Meo, que incluye tanto el fichaje de Alonso como la redenominación a Alpine, se espera un nuevo paso adelante con las vistas puestas en 2022 y el nuevo reglamento. Es un equipo de fábrica y con presupuesto, por lo que siempre hay que tenerlos en cuenta.

Alerta roja

Sin duda alguna, el gran fiasco de 2020 ha sido Ferrari. A un coche mal concebido se le añade la sanción (desconocida) por las supuestas irregularidades de su motor, algo que les ha dado la puntilla firmando uno de sus peores años. Apenas Charles Leclerc ha logrado aportar un poco de dignidad con algunos podios. Por su parte, Sebastian Vettel, que antes de comenzar el Mundial ya se anunció su sustitución por Sainz, ha vivido su peor año en F1, una triste sombra del súper campeón que fue con Red Bull entre 2010 y 2013. Ferrari necesita paz política y una dirección adecuada. Por lo pronto han confiado en dos pilotos jóvenes y ambiciosos, pero con sobradas dotes de madurez, su futuro deportivo. Ahora sólo hace falta que los técnicos trabajen bien y la dirección realice la gestión adecuada. Han tocado fondo, sólo les queda mejorar.

Sorpresas agradables

La victoria de Pierre Gasly y su Alpha Tauri -ex Toro Rosso- en Monza fue uno de los soplos de aire fresco de esta temporada dominada por Mercedes. El joven piloto francés, talentoso y educado, ha encontrado su sitio en el equipo pequeño de Red Bull tras su abrupta salida de la matriz. Sin embargo, la victoria no le ha valido para poder reascender, pues lo quieren en Faenza para hacer crecer a Alpha Tauri. Quizás sea mejor así, no obstante, ya Gasly está en el punto de mira de otros equipos y a lo mejor termina cambiando de aires en los próximos años.

El fin de semana de George Russell sustituyendo a Hamilton fue otra gran alegría. Precisamente, la opinión pública en general encuentra complicado aceptar que el británico deba regresar un año más a Williams cuando está claro que con el Mercedes podría luchar por cosas grandes. Y es que la actuación de Russell en Sahkir no sólo pone a Bottas en el disparadero, también a Hamilton, porque, ¿es ético renovar al siete veces campeón por 70 millones de euros en plena crisis económica cuando un joven piloto podría cumplir bien ese papel por mucho menos?

Terminamos con los vagones de cola. Los equipos motorizados por Ferrari han sufrido las consecuencias de las carencias de su suministrador. La formación estadounidense Haas afronta una nueva era con una alineación de pilotos jóvenes, lo que supone la salida del Gran Circo de sus actuales corredores, la pareja Romain Grosjean y Kevin Magnussen, quizás una de las más peculiares y polémicas de los últimos años por su excesiva agresividad y temeridad en pista, los auténticos Tom y Jerry de la F1. Ninguno estará en F1 el año que viene. Fue una pena que el francés no pudiera despedirse en pista tras su terrible accidente en Bahrein.

En Alfa Romeo-Sauber afrontan un nuevo años en similares condiciones, incluyendo sorpresivamente los mismos pilotos. No es que se espere mucho de ellos. Y Williams comienza una nueva era bajo nuevos propietarios y sin la presencia de la familia que le ha dado nombre. Por supuesto, muy ligados a Mercedes.