Subastan el Hispano Suiza H6C Nieuport Tulipwood Torpedo

La prestigiosa firma de subastas especializada en automóviles de colección RM Sothebys ha hecho público recientemente la selección de automóviles que sacará a subasta en su evento de Monterey, California, que se celebrará este verano, entre los días 18 y 22 de agosto. Bajo el título ‘Masterworks of Design’, la firma ofrece una fabulosa selección de vehículos de enorme valor que se ponen en venta después de pasar un tiempo prolongado bajo la misma propiedad.

Son 48 coches en total los que integran la colección ‘Masterworks of Design’ y que saldrán a subasta en Monterey, todos modelos muy exclusivos, bien series limitadas o modelos únicos. El lote incluye marcas como Alfa Romeo, Bugatti, Rolls Royce o Isotta Fraschini, entre otros, con carrocerías de grandes maestros como Zagato, Saoutchik, Gangloff o Figoni & Falaschi.

Destacan especialmente dos, por un lado el Mercedes 540 K Special Roadster, carrozado por la empresa alemana Sindelfingen para el Rey de Afganistán, y otro de los más especiales automóviles fabricados en el periodo de entreguerras, el Hispano Suiza H6C Nieuport Tulipwood Torpedo, quizás uno de los modelos más célebres de la firma de Barcelona, si no el Hispano Suiza más famoso de todos, un vehículo que RM Sothebys lo valora entre 8 y 12 millones de dólares.

Su historia

El modelo H6C de Hispano Suiza hace su aparición en 1924 y supuso el último y más avanzado paso técnico de la evolución del que siempre ha sido el modelo más exitoso de la mítica marca española, el H6. El moderno y avanzado motor de seis cilindros en línea de Hispano ya cubicaba 8.0 litros de cilindrada y ofrecía 200 cv de potencia. 

La marca sólo entregaba a los clientes el conjunto chasis-motor-transmisión y estos debían de buscar un carrocero a su gusto. A lo largo de la histora, muchas son las marcas de coches que se han hecho famosas gracias a la posición social de sus propietarios, puede ser el caso de Duessenberg, que contó entre sus clientes a los actores Clarke Gable, Gary Cooper, Cary Grant y Mae West; o de Facel Vega con Sir Stirling Moss, Ava Gardner, Ringo Starr o Pablo Picasso. 

En el caso de Hispano Suiza, era conocida la predilección que sentía por esta marca André Dubonnet, un personaje no tan público como los anteriormente mencionados, pero no por ello menos importante. Dubonnet procedía de una acaudalada familia francesa que había logrado una inmensa fortuna con el negocio de los aperitivos y el coñac. Además de ser un aviador empedernido, Dubonnet participaba en las carreras de automóviles más prestigiosas de la época, siempre con un coche de la marca de cigüeña. En 1924, un joven André Dubonnet de 26 años se hizo con un Hispano H6C. 

Para la carrocería contactó con la empresa aeronáutica Nieuport a la que encargó una carrocería ligera que pudiese servir tanto para la competición como para la rutina diaria. Los hombres de Nieuport construyeron una estructura de madera de Tulipwood, una especie de haya habitual de los Estados Unidos, Brasil y China cuya madera de tonos amarillentos es especialmente demandada por la industria del mobiliario de lujo, además de ser muy resistente y ligera. Los listones de madera eran ensamblados en la estructura de chapa mediante remaches y luego se lijaba, sellaba y barinzaba. La carrocería sola era extremadamente ligera, apenas superaba los 72 kilos. Dubonnet y su espectacular Hispano Suiza de madera quedaron sextos en la Targa Florio de 1924 y quintos en la Copa Florio para autos de más de 4.5 litros de cilindrada. Tras su paso por la competición, el coche fue adaptado al uso de calle, se le colocaron los guardabarros y es de esta guisa tal y como puede ser admirado hoy día. Hasta hace poco ha permanecido en el prestigioso museo norteamericano de la Blackhawk Collection, en Danville, California. A modo de anécdota, podemos destacar que otro famoso Hispano Suiza que poseyó André Dubonnet fue el célebre Xenia, con una moderna y llamativa carrocería con las aletas integradas y puertas correderas, que es propiedad del coleccionista Peter Mullin y que está expuesto en el museo homónimo de Oxnar, California.