Dos noticias de gran calado han sacudido la actualidad del equipo Renault de F1: la primera, el fichaje de Fernando Alonso. Y la segunda, el cambio de nombre de la formación por Alpine F1. En estos días, Alpine, como división deportiva de Renault, publicaba en sus Twitter una fotografía en la que se veía la entrega al propio Fernando Alonso del que será su nuevo coche de empresa, nada más y nada menos que un flamante Alpine A110 S en el clásico color azul distintivo de los coches de competición de nacionalidad francesa, precisamente el color que llevará el año que viene el monoplaza de la escudería gala y que pilotarán el propio Alonso y su compañero Esteban Ocon.

El nuevo coche de Fernando Alonso es un precioso coupé de dos plazas, motor central y tracción trasera que tiene el mismo diseño que los célebres Alpine A110 de los años 60, aunque en el caso del modelo actual, cuenta con un motor Renault de 292 CV que hace el 0 a 100 en 4,4 segundos, con un peso total de 1.114 kilos. Como señal distintiva, lleva la firma de Fernando Alonso en la base del pilar B a la altura del pomo de la puerta.

Tal y como anunció el CEO de Renault, Luca de Meo, en el GP de Italia en Monza, el hecho de haber renombrado al equipo como Alpine obedece a una estrategia de posicionamiento de la veterana marca, símbolo de la deportividad asociada a Renault, en el exclusivo mundo de la F1 donde ya desfilan los nombres de Ferrari, Mercedes AMG, Alfa Romeo, McLaren y próximamente Aston Martin, todos productores también de exclusivos autos deportivos para la calle.

El equipo Renault tiene prevista la aparición de Fernando Alonso en Imola para el mes de noviembre.