Max Verstappen.

El gladiador Verstappen

Quisieron pararle y ser conformistas, pero no, Max Verstappen demostró su genio y su afán de lucha se echó a su equipo a las espaldas y lograron redondear el domingo una faena que empezó a fraguarse el sábado en la clasificación. Red Bull le avisó por la radio y le pidió que aflojara el ritmo y cuidase las ruedas, un segundo o un tercero parecía suficiente para ellos, pero Max se negó, dejó claro por radio que hoy podían luchar y había que luchar. Y lo lograron, doblegaron al todopoderoso equipo Mercedes, los reyes de la eficacia. Ese equipo Red Bull genial que tantas alegrías le dio a Vettel entre 2010 y 2013 parecía de vuelta, haciendo lo que nadie hacía y acompañando todo con la mordiente del joven talento neerlandés, se apuntaron la victoria en el GP del 70º Aniversario de la F1 celebrado en Silverstone.

Mercedes no estuvo mal, fuertes, pero demostraron que no son imbatibles. Hamilton estivo bastante diluido en la carrera y salvo en las últimas vueltas que “peleó” con su compañero de equipo para lograr el segundo puesto, estuvo muy gris. Bottas fue claramente de menos a más. Quizás estaba demasiado tranquilo por su reciente renovación por un año más. Seguro que en casa de Toto Wolf el briefing post carrera del domingo se prolongó más de la cuenta.

A muchos les chocaría la alegría desmedida de Charles Leclerc entrando cuarto en la meta, pero para lo mal que está Ferrari está más que justificado. Leclerc optó por una estrategia también arriesgada y le salió bien. En cambio, Vettel sigue su proceso de hundimiento, muy enfadado porque dice que no puede con el coche y que su equipo la pifió en estrategia.

La segunda gran sorpresa de la carrera tras el triunfo de Verstappen fue el quinto puesto de Nico Hülkenberg como sustituto de Pérez en Racing Point. El alemán, sin pretemeporada y reenganchado aprovechó el buen rendimiento del coche rosa, que va muy bien, pero que en el resto de aspectos sigue siendo un coche de segunda. Sólo hay que ver las paradas en boxes del equipo para ver que no aspiran a grandes cosas. La actuación de Nico viene a demostrar que es una pena que no esté en la parrilla mientras pilotos mucho peores lo están, como es el caso de Lance Stroll, su ocasional compañero, hijo del dueño del equipo.

Era algo que estaba deseando no escribir, pero pasó y no hay más remedio. Nuevamente, McLaren la pifió con Carlos Sainz, nueva cagada en estrategia que les hace dejarse un buen botín de puntos, porque Carlos estaba para el quinto o sexto. En fin, esperemos que el año que viene en Ferrari le vayan mejor las cosas.