Por Mario Payán

“Yamaha R7 Cup”, es la nueva competición monomarca de la conocida firma japonesa, que organizó 8 carreras en 4 circuitos distintos de la península, además de una superfinal celebrada en el Circuito de Cataluña. Entre sus participantes había una gran variedad de pilotos que representaban a los distintos concesionarios Yamaha del territorio nacional, más, solo había uno de presencia andaluza. Hoy hablamos con Kristian Kroyer, piloto y comercial del concesionario “Málaga Moto Center”. 

–Lo primero de todo, ¿qué recuerda del momento que le comunicaron la idea de participar en un campeonato nacional representando su concesionario?

De primeras, la verdad que incertidumbre pero por otra parte muchísimas ganas porque nunca antes había corrido en una categoría de asfalto, anteriormente y de manera esporádica había hecho entrenos con scooters, pero yo me dedico más que nada al tema de motocross, que tampoco compito, simplemente por ocio. De primero destacaría la incertidumbre pero por otro lado, con muchísimas ganas pues es una oportunidad que no tenemos todos los días.

–¿Qué ha significado para usted debutar este primer año de la mencionada competición monomarca de yamaha?

Para mí la verdad es que lo ha significado todo, porque he tenido la oportunidad de correr este campeonato de la mano de una marca tan grande como es yamaha, además, me han metido tal gusanillo en el cuerpo, que ahora estoy buscando qué es lo próximo que quiero correr, ya que uno quiere ir a más.

–¿Cómo es el ambiente que se vivía entre los compañeros en el yamaha village?

Pues hombre, al final de temporada como siempre habrá más rivalidades, pero desde el primer momento la verdad es que se ha vivido un ambiente muy sano y de mucho compañerismo en el paddock. Así que, intentando aprender unos de los otros y sin ningún tipo de problema, ha sido una experiencia muy agradable con los compañeros. 

-A su parecer, ¿cuál era el peor trazado donde rodaba la R7?

Quizás en el que más nos haya costado adaptarnos, Montmeló, ya que al ser una copa monomarca y tener que utilizar el mismo componente de neumático todas las carreras, en ese trazado, quizás hubiéramos necesitado un compuesto más duro y no tuvimos oportunidad de cambiarlo, así que Montmeló fue un trazado en el que nos costó más a los pilotos y a la moto adaptarnos. 

-¿Qué ventajas le ve a la moto con respecto a otros modelos de la misma gama “R”?

Yo creo que dentro del sector “R” bicilindrico que es el más famoso me atrevería a decir que es la más completa, ya que viene con un motor que la verdad que 75 caballos son más que suficientes para pasárselo bien en un circuito, en cuanto a chasis y freno es muy completa, además del peso, que también ayuda a que sea una moto muy manejable y se pueda llevar muy bien. No he probado las otras marcas, pero, me atrevería a decir que sea la mejor de la gama.

-A tono personal, ¿cree usted que la R7 es un buen modelo para alguien que le gusta experimentar la velocidad en un circuito ?

Si es una persona muy experimentada quizás se le quede corta, pero incluso muchos compañeros de la copa que anteriormente hayan corrido con 1.000, se lo han pasado muy bien y han disfrutado un montón. Para disfrutar es más que suficiente y mucho más para cualquier persona de la calle, tiene de sobra con esta moto, no hace falta una R1 ni andar a 300. La R7 es una moto perfecta, tanto para circuito como para la calle.

-¿Cuál es el balance que hace del resultado de la competición de este año?. Y ¿se puede adelantar alguna novedad en cuanto a la competición del 2023?

De cómo hemos terminado, pues para no haber puntuado en tres carreras hemos acabado séptimos y sinceramente, estamos muy contentos con el resultado.

En cuanto a 2023 no se sabe nada, de momento se volverá a realizar la copa el año que viene, aunque, a tono personal no se si la correré o me pasaré a otra modalidad, pero algo haré el próximo año seguro.