Con los W114/115, Mercedes construía el primer chasis nuevo desde la II Guerra Mundial

W114/115, ¿primer Mercedes de la era moderna?

Para los alemanes es el ‘Strich Acht’. ‘Stroke Eight’ para los angloparlantes y ‘Barra Ocho’ para los españoles y usuarios del castellano. El eslogan elegido para su nacimiento fue ‘New Generation’, bastante simple, pero realmente indicaba que se trataba de una nueva generación de coches dentro de una marca que siempre se ha caracterizado por su carácter conservador, por lo menos hasta hace pocos años.

La serie conocida internamente como W114/115 de Mercedes veía la luz hace poco más de 50 años en el Salón del Automóvil de Frankfurt y pese a su aspecto continuista aunque muy atractivo y elegante, se trataba de un coche completamente nuevo, o sea: todos los modelos de Mercedes se habían venido basando en sus antecesores, pero en esta ocasión se partió desde cero.

Una de las claves del éxito de estos coches fue su variedad de versiones.

Sería el último Mercedes diseñado por el genial Paul Braq, pues pronto el veterano diseñador francés pasaría su relevo al prometedor italiano Bruno Sacco. El coche tenía estéticamente todos los atributos del estilo Braq, líneas rectas y limpias, grandes ventanales que daban luminosidad a su interior y los ya clásicos faros delanteros en posición vertical a ambos lados de una calandra rectangular.

¿El primer Mercedes de la era moderna? Proyectado en 1967 y comercializado desde 1968, Los W114/115 son considerados por muchos los primeros Mercedes de la era moderna, y es que sin despreciar nada de lo anterior, estos coches tenían los mismos atributos de éxito de cualquier serie actual de la marca de la estrella, especialmente la gran cantidad de versiones disponibles que lo hacían asequible a un amplio espectro del público.

Los modelos de gasoil tuvieron mucho predicamento en el sector del taxi.

Estaba disponible con tres tipos de carrocería: sedán de cuatro puertas, coupé y una versión limousine alargada. En Argentina se vendió una transformación pick up de dos y cuatro puertas pero sólo disponible en su mercado local. Era la primera vez que Mercedes introducía la carrocería coupé en este segmento, pues sus generaciones anteriores, los W120 y W110, sólo se fabricaron como berlina.

Sus denominaciones internas dependían del tipo de motor empleado, de este modo W114 identificaba a los modelos de seis cilindros y gasolina, mientras que W115 era para los cuatro cilindros de gasolina y diésel. La oferta arrancaba con el 2.0 litros diésel del 200D, un modelo económico en todos los sentidos que tuvo mucho éxito entre los gremios de taxistas de medio mundo. Le seguían en gasóleo los 220, 240 y un cinco cilindros de 3.0 litros en sus dos últimos años de vida. En gasolina, el 200 era también el punto de partida. Del 230 se fabricaron dos versiones, una de cuatro y otra de seis cilindros. Los 250 y 280 de seis cilindros estaba destinados a los que buscaban prestaciones y distinción. Las versiones coupé sólo se fabricaron con estas dos motorizaciones.

Su excelente fiabilidad ha hecho que una buena mayoría de ejemplares hayan sobrevivido, en unos casos muy bien conservados, en otros, a duras penas. En algunos países árabes los hay aún prestando servicio como taxi. Gracias a la política de Mercedes Benz con su parque de automóviles clásicos, los propietarios de los Mercedes ‘Strich 8’ pueden disponer de todo tipo de recambios.

Mercedes incluyó la versión coupé que sólo equipaba motores de seis cilindros.

En España fue un coche que sin ser excesivamente popular, llegaron algunas unidades bien desde los cupos de importación o desde el mercado gris, prueba de ello puede ser el ejemplar verde que conducía Imanol Arias en su papel de Antonio Alcántara en la serie ‘Cuéntame cómo pasó’. En 1976 Mercedes sustituyó los W114/115 por los nuevos W123, pero ya se trata de otra historia.