Mercedes muestra definitivamente su F1 para la calle

Tras una interminable espera ya está aquí, en una suerte de resaca, pues según indicó hace poco el CEO de Mercedes, Olla Kalenius, sobre este coche: “debíamos estar borrachos cuando aprobamos su desarrollo”. Mercedes presenta la versión definitiva de su hipercoche, el AMG One, un vehículo que pone sobre la carretera toda la experiencia acumulada por la firma de la estrella en los últimos ocho años en que ha dominado con mano de hierro el Mundial de F1 -ocho títulos de constructores y siete de pilotos con Rosberg y Hamilton-. Y es que bajo la apariencia de un coche para circular por la calle, bajo su carrocería, se esconde básicamente un monoplaza de F1, y es que cada uno de los 275 afortunados propietarios del AMG One, van a poder conducir por carretera lo más cercano a un monoplaza de F1 que se ha fabricado hasta la fecha.

Más allá de su aspecto, que no puede considerarse como el más radical de los hiperdeportivos del mercado actual, sin ir más lejos el Bugatti Chiron, o cualquier Koeniggsegg o Pagani tienen un aspecto más agresivo, Lo importante del AMG One es la revolución técnica que han logrado sus desarrolladores y todo está bajo su piel de fibra de carbono. Y todo ello puede reducirse a simples números, pero ojo, porque si leemos a través de las cifras al AMG One encontraremos que se trata de una auténtica locura de coche, vamos, que las palabras de Olla Kalenius y la borrachera del comité que lo aprobó en cierto modo están más que justificadas.

El AMG One alberga cuatro motores, sí, han leído bien, cuatro motores, uno de gasolina y el resto, eléctricos. El primero de ellos es un V6 de 1.6 litros, básicamente el mismo que emplean los monoplazas del equipo de F1. Está sobrealimentando por un único turbo compresor eléctrico y rinde 574 CV, siendo capaz de girar a 11.000 RPM. Ahora hay que ir sumando hasta llegar desde esos 574 CV hasta los 1.063 totales. En el eje delantero, el AMG One alberga otros dos motores eléctricos, y entre los dos aportan 326 CV. Un segundo motor eléctrico va colocado tras el V6 de gasolina, y añade 163 CV más. El cuarto y último funciona con el turbo, y eroga 122 CV. Se suma todo y ahí están los monstruosos 1.063 CV que salen de un más aún monstruoso sistema de propulsión. Llegados a este punto, ¿dónde están esos alemanes tan pragmáticos y ponderados?

Continuando con el festival de números, el AMG One alcanza los 352 Km/H, velocidad limitada electrónicamente, parece que aquí hubo remordimiento en las equilibradas conciencias alemanas. Acelera de 0 a 100 en 2,9 segundos, siete segundos cuando lo hace hasta los 200 Km/H.

Funcionamiento

El Mercedes AMG One siempre arrancará en modo eléctrico por defecto y el motor de gasolina no empezará a funcionar hasta que el conversar catalítico no alcance la temperatura adecuada. No obstante, cuenta con seis programas de conducción, desde el más económico y silencioso 100% eléctrico hasta el más radical para rodar en circuitos. Son los siguientes: Race Safe -como cualquier híbrido, alternando eléctrico con combustión-; Race -modo híbrido con el motor de gasolina funcionando continuamente para recarga-; EV -eléctrico-; Race Plus -para uso en circuito, aerodinámica activa, suspensión más baja y programa especial de prestaciones-; Strat 2 -Aerodinámica activa, suspensión rebajada y más firme y la potencia completa de todos los motores, como el modo calificación de la F1-; Individual -permite al usuario regular sus preferencias siempre en modo carretera-.

La caja de cambios es automática de siete velocidades y completamente nueva y exclusiva para este coche.

La suspensión ha sustituido las tradicionales barras estabilizadores por brazos de aluminio ajustables, así como un sistema de par vectorizado que regula la tracción integral según el modo de conducción elegido.

Un misil como éste necesita de un complejo paquete aerodinámico que lo mantenga en el suelo y no salga volando como si del X-Wing de Star Wars se tratase. Los difusores delantero y laterales, así como el alerón trasero son completamente activos y se van adaptando al rendimiento del coche, apoyados en rejillas de ventilación y tomas de aire que mantienen la unidad de potencia a buena temperatura. Las llantas de magnesio forjado se complementan de los neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 M01, de los más extremos del mercado. El sistema de frenos es acorde a semejante conjunto, con discos de 15,6 pulgadas delante y 15 detrás. Al interior se accede tras unas puertas de alas de mariposa y el puesto de conducción es en posición semitumbada. Dos pantallas de 10 pulgadas presiden el cuadro de instrumentos y el resto es cuero y fibra de carbono.

El Mercedes AMG One es una serie limitada de 275 unidades para todo el mundo y su precio base ronda los dos millones de euros, según Mercedes. Se ha hecho esperar, pero ya está aquí.